El exitoso ensayo de Irene Vallejo que viaja a través de la historia de los libros ha sido adaptado al formato gráfico de la mano de Tyto Alba y se pone hoy mismo a la venta
En 2019, Irene Vallejo publicó El infinito en un junco, un ensayo que cuenta, nada menos, que la historia de los libros, y de aquellos que los han protegido desde su nacimiento hasta nuestros días. En su obra, Vallejo recorre la historia de la palabra escrita desde la invención del papiro hasta la actualidad, pasando por los días de la Biblioteca de Alejandría. La obra creció poco a poco hasta afianzarse como un rotundo éxito editorial de ventas, crítica y premios, con 45 ediciones, traducción a 35 idiomas y publicado en 50 países.
El escritor italiano Nuccio Ordine, recientemente fallecido, definió la obra de Vallejo como un “precioso testimonio de amor por los clásicos, los libros, las bibliotecas y la lectura». La excelencia de la obra de Vallejo la avalan multitud de premios importantes, entre ellos el Premio Nacional de Ensayo, y cuando una obra causa tal impacto no es de extrañar que trascienda fronteras, no sólo en lo geográfico, sino también en lo referido a los medios y géneros literarios.
Ahora, El infinito en un junco cruza la frontera del ensayo al formato de la adaptación gráfica, de la mano del dibujante Tyto Alba, que ha publicado ayer mismo su versión en cómic de este galardonado ensayo bajo el sello de la editorial Debate. El ilustrador ha reconocido, al hablar sobre el proceso creativo de esta obra, que ha sido una tarea desafiante adaptar un ensayo tan premiado, y que temía estar recortando más de lo adecuado o dejándose cosas importantes en el tintero, nunca mejor dicho. “Ha sido, con diferencia, el proyecto más difícil en el que he trabajado. […] Al ser la primera vez que adaptaba un ensayo, me di cuenta de lo diferente que es respecto a una novela.”, afirma. “Quise ser muy respetuoso con el texto, y me sabía mal que el lector del cómic se perdiese tantas historias y anécdotas. En un libro así es muy difícil cortar nada, porque todo resulta super interesante”.

Alba define su obra como un híbrido entre un cómic y un libro ilustrado, y destaca la ardua y exhaustiva labor de documentación histórica que ha llevado a cabo para poder acometer el trabajo. Hasta la fecha, Alba había trabajado en historias que se ambientan en pasados históricos más cercados y “acotados”, como Whitman, la biografía del poeta estadounidense, o La casa azul, una obra sobre Frida Kahlo y Chavela Vargas. Con El infinito en un junco, que evoca la vida cotidiana desde la Antigüedad hasta nuestros días, y que cuenta con la aparición de multitud de personajes históricos tan dispares y distintos entre sí como Cleopatra, Alejandro Magno, H.P. Lovecraft, Antonio Machado o Liz Taylor, el campo de estudio y documentación se expande considerablemente. «Pasaba mucho tiempo investigando, buscando por internet o en la biblioteca. Y mareando a Irene con cualquier detalle que se me pasaba por la cabeza del cual pensaba que quizá ella tenía alguna imagen», explica Alba.
El autor concluye con que el tiempo dedicado a este trabajo es un fiel reflejo de la complejidad del mismo, ya que le ha dedicado entre año y medio y dos años, que es aproximadamente el doble de lo que suele dedicar a sus obras. Así mismo, comenta que no piensa demasiado en conseguir un éxito similar al del ensayo original de Vallejo, pero que espera que “el experimento haya salido bien”, y que se siente agradecido de haber podido trabajar en esta colaboración.