5000 libros fueron retirados en 2019 de una escuela de Ontario por parte del Consejo Escolar Católico de Providence, entre los que habían cómics, novelas y enciclopedias. La revelación de este suceso desata en plena campaña electoral una polémica cultural en todo el país
La revelación de la quema de 30 libros en una escuela canadiense durante un acto dedicado a la reconciliación con los pueblos indígenas ha desatado una polémica en el país. La ceremonia de purificación, informada por primera vez por Radio Canadá, se llevó a cabo en 2019 por el Consejo Escolar Católico de Providence, que supervisa las escuelas primarias y secundarias en el suroeste de Ontario. Según informó la emisora nacional, se retiraron 5000 libros de las bibliotecas, entre los que figuraban cómics, novelas y enciclopedias, y las cenizas de los que fueron quemados se utilizaron como fertilizante para plantar un árbol como gesto simbólico. Otros tantos fueron destinados a procesos de reciclaje.
Tintín en América, Astétix en América y varios álbumes de Lucky Luke figuraron entre los cómics condenados por «mostrar prejuicios contra los indígenas». En un vídeo dirigido por los propios estudiantes, explicaban que fue un proceso para «enterrar las cenizas del racismo, la discriminación y los estereotipos con la esperanza de que crezcamos en un país inclusivo donde todos podamos vivir en prosperidad y seguridad». La autora del vídeo, Suzy Kies, es integrante del comité de revisión que criba los ejemplares destinados a desaparecer.
Tras la polémica política desatada ante este hecho, el grupo de escuelas anunció el pasado miércoles que suspendían la destrucción de otros 200 títulos sometidos a evalucación. La portavoz de Consejo Escolar Católico de Providence, Lyne Cossette, declaró ante el National Post que el proyecto Redonnons à la terre –Devolver a la tierra en español- de 2019 tenía la intención de «reconciliar a Canadá con los Primeros Pueblos al reemplazar lobros en nuestras bibliotecas que tenían contenido obsoleto y con estereotipos negativos». Tenían previstos más actos para el 2020, pero la pandemia frenó los planes.
Así mismo, Cossette argumentó que las bibliotecas del país están continuamente actualizadas con contenidos positivos y un mensaje inclusivo hacia las diversas comunidades del país y las escuelas. «Lamentamos no haber intervenido para asegurar un plan más apropiado para la ceremonia conmemorativa, ofensiva para algunos miembros de la comunidad. Lamentamos también el impacto negativo de esta iniciativa, que pretendía ser un gesto de reconciliación ”, declaró la portavoz.
Reacciones políticas ante la quema de libros en Canadá
La polémica salió a la luz en plena campaña electoral y en plena recuperación del descubrimiento de cientos de tumbas de niños indígenas cerca de internados católicos, quienes fueron reclutados por estas instituciones hasta la década de los 90. El Primer Ministro en funciones de Canadá, Justin Trudeau, insistió en la importancia de la reconciliación con los pueblos indígenas, pero condenó rotundamente la quema de libros.
Yves-François Blanchet, líder del Bloc Quebécois, aseguró que «nos exponemos a la historia, la explicamos, demostramos cómo la sociedad ha evolucionado o debe evolucionar», en su rechazo a este tipo de prácticas.
Por otro lado, la conservadora Erin O’Toole aseguró que «un gobierno conservador estará comprometido con la reconciliación, pero el camino hacia ello no significa derribar Canadá».