Imágenes, volúmenes y, además, palabras

14 diciembre, 2020

Imágenes, volúmenes y, además, palabras

14 diciembre, 2020

Horizon line

Horizon line

La vida de los seres humanos está sujeta a un sinfín de situaciones extremas, muchas de las cuales se escapan a nuestro control, por mucho que tratemos de hacer lo contrario. De alguna u otra forma, terminamos estando en el lugar equivocado, pero en el momento oportuno. Esto es lo que les sucede a Sara y Jackson, una pareja que, tras una abrupta ruptura sentimental, volvió a coincidir en unos de esos mismos eventos sociales que nos obligaban a convivir con quienes mejor que no nos volviésemos a relacionar.

Sea como fuere y sin tiempo para poder decidir otra línea de acción si querían llegar a la celebración en cuestión, ambos se subieron a un avión, un destartalado Mahindra Airvan 8 -creado décadas atrás por la empresa australiana GippsAero- propiedad de Wyman, su piloto, mecánico y principal valedor de la aeronave sobre los cielos de aquella parte de mundo. 

En teoría, aquel hubiera tenido que ser un rutinario vuelo de 99 minutos, disfrutando de unas maravillosas vistas, mientras, en tierra firme, esperaban su llegada el resto de los invitados, sobre todo la novia de la boda a la que se habían comprometido a acudir. Y digo “en teoría”, porque, en realidad, ninguno de los dos debió subirse a un avión con quien presentaba,no sólo una seria afección cardiaca, sino las secuelas de una dolorosa pérdida personal que tampoco ayudaba a cuidar su ya de por sí maltrecho corazón.

Imagino que es todo esto es muy fácil de decir. Otra cosa bien distinta ocurre cuando ya te encuentras en el aire y el piloto tiene una parada cardiaca… ¡Y, sin saber ni cómo, ni por qué, te ves surcando los cielos, sin nadie con experiencia a los mandos del aparato!

Cierto es que Wyman había instruido a la intrépida Sara, antes siquiera de que seamos conscientes de ello, en el arte de volar, por lo menos, en su fase más embrionaria. Sin embargo, una cosa es coger los mandos de un avión, sentada en el asiento del copiloto y con el piloto a tu lado, y otra cosa bien distinta, verte sola, a los mandos de ese mismo aparato, sin tener muy clara ni la ruta a seguir, ni cómo aterrizar, o si se logrará superar la duración del vuelo en cuestión, tal y como le sucede a la protagonista de esta narración.

No quiero pasar por alto el instinto de supervivencia, inherente a la propia personalidad de los seres humanos, y también presente en la pareja que protagoniza esta historia de superación extrema y desasosegante en los cielos del planeta, sin una esperanza clara en el horizonte. Quizás el mayor problema de la narración estriba, precisamente, en querer simbolizar dicho afán de superación en unos personajes que difícilmente podrían sobrevivir al reto al que se deben enfrentar, por lo menos, de la forma en la que lo hacen…

Dicho esto, la historia está llena de hechos asombrosos protagonizados por personas normales, de carne y hueso. Además, en este caso, ambos juegan en el mismo tablero de juego, sin importar el sexo y, a ratos, ella tiene más claras las cosas que su acompañante masculino.

Por lo menos, ninguno de los dos recurre a largos parlamentos, ni nada por el estilo -normalmente forzados por un libretista que quiere volcar en sus personajes el sentido de la vida- cuando, en realidad, lo que deben hacer esos mismos personajes es centrar todos sus esfuerzos en sobrevivir y sin importarles las decisiones que deben ir tomando mientras su agónica odisea dure.

¿Lograrán salir con bien de todo este desaguisado? Eso es algo que solamente se sabrá en la secuencia final, justo antes de que el telón caiga sobre este peculiar y aéreo escenario. 

© Eduardo Serradilla Sanchis, Helsinki, 2020

© 2020 SF Studios Production AB, STX Films, Subotica Entertainment, Tre Vänner Produktion AB and Ombra Films.

Enlace de IMDB: https://www.imdb.com/video/vi1888141593?playlistId=tt5498354&ref_=tt_ov_vi

Imagen 1: Wyman (Keith David), de espaldas, y Sara (Allison Williams) dentro de la cabina del avión Gippsland Aeronautics GA-8 Airvan 8, en donde se desarrolla buena parte de la acción de la película Horizon Line © 2020 SF Studios Production AB, STX Films, Subotica Entertainment, Tre Vänner Produktion AB and Ombra Films

Imagen 2: El aeroplano de un solo motor Gippsland Aeronautics GA-8 Airvan 8, uno de los protagonistas de la película Horizon Line © 2020 SF Studios Production AB, STX Films, Subotica Entertainment, Tre Vänner Produktion AB and Ombra Films

Imagen 3: Sara (Allison Williams) y Jackson (Alexander Dreymon) tratando de hacerse cargo de su nueva situación, a los mandos del aeroplano de Wyman en la película Horizon Line © 2020 SF Studios Production AB, STX Films, Subotica Entertainment, Tre Vänner Produktion AB and Ombra Films

Imagen 4: Cartel para el mercado nórdico de la película Horizon Line © 2020 SF Studios Production AB, STX Films, Subotica Entertainment, Tre Vänner Produktion AB and Ombra Films.

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